24.5.09

El dilema Occidental

Agoniza Occidente a través de Hetfield, Ulrich, Burton y Hammett:

"Growing darkness taking dawn/I was me, but now he's gone"
(Fade to Black, 1984)

16.5.09

El loco

Se dice a través de Arákhne:
Una bestia estalla en mi pecho recobrando fuerzas en cada respiración. Brutalidad y crueldad; los dientes rechinan ansiosos por desgarrar. Romper los límites de la carne, atrapado en un cuerpo bajo control, la furia bestial no puede ser atenuada. El sistema de distracciones comienza a fallar, comienzan a menguar sus efectos. El pensamiento experimental despierta la bestia pensadora, cruel y avasalladora. Los dispositivos de control sufren una distancia, el estilo surge tímidamente. Romper las barreas de la carne, del juicio: descontrol. Una bestia loca y despiadada estalla atómicamente. Se rompen los enlaces. El núcleo se parte en mil pedazos -artísticamente. Se oye música a lo lejos. Una mujer me seduce detrás de un velo.

12.5.09

¿Pensar y ser feliz? Eso no recuerdo...

Se dice a través de Arákhne:
Inocente Nietzsche que en su segunda Consideración Intempestiva, esbozó la futura inspiración en un ingenuo Borges, que sabemos dio luego a luz a un tal Funes. ¡Pobres espíritus superiores! ¡Cuán innecesariamente lejos se han ido en sus ficciones! ¿Les presto el pendrive?

7.5.09

En la imaginación, los niños

Se dice a través de Arákhne:
Cuando niño vivía en cientos de mundos imaginarios. Imaginar no es representar imágenes de las cosas reales, sino percibir esas realidades. Imaginar es oír aquello de lo que las imágenes son representación. Las imágenes son representación de las sensaciones. Representar lo ya representado confunde; imaginar es reservarse aquella porción de atención que sabe de las imágenes. Los mundos imaginarios no son fantasía; son la realidad de unas imágenes que pertenecen todas, primigeniamente, a un mismo mundo. La imaginación es el mundo de las imágenes, el mundo de los niños. Quién se declara sordo a las imágenes, es adulto.

2.5.09

No hay hechos, sino sólo interpretaciones

Se delira a través de J.P. Feinmann:

“La verdad es aquello que la voluntad de poder conquista. Tenemos que hablar sobre el tema de la verdad y de la verdad como conquista de la voluntad de poder, porque hay una frase excepcional de Nietzsche que dice: “no hay hechos, hay interpretaciones”; ésta es una frase descomunal. Si no hay hechos y solo hay interpretaciones, ¿dónde está la verdad? En esto Michel Foucault lo va a seguir muy bien porque Foucault es un gran discípulo de Nietzsche. La verdad es una conquista de la voluntad de poder. Hay cientos de verdades, cientos de verdades. Usted agarre los cinco o seis diarios que salen a la mañana en Buenos Aires, escuche las radios… haga, haga esa experiencia, y va a ver que hay unas veinte interpretaciones de cada hecho. Una interpretación no es la verdad; hay un hecho pero después hay veinte interpretaciones. ¿Cuál es la verdad? La verdad es la que la voluntad de poder logra imponer. O sea que hay una relación entre verdad y poder, la verdad es una creación del poder. La verdad es hija del poder.” Y sigue la sarasa…
(José Pablo Feinmann, minuto 4:52, Programa de televisión: Filosofía aquí y ahora, Canal “Encuentro”)(
acá)

Se dice a través de Nietzsche:

Contra el positivismo, que se detiene en los fenómenos: “sólo hay hechos” -yo diría: no, precisamente no hay hechos, sino sólo interpretaciones. No podemos constatar ningún hecho “en sí”; tal vez sea un absurdo querer algo por el estilo. “Todo es subjetivo” decís; pero ésta ya es una interpretación, el “sujeto” no es nada dado, es sólo algo añadido por la imaginación, algo añadido después. ¿Es en fin, necesario poner todavía al intérprete detrás de la interpretación? Ya esto es invención, hipótesis.
(Friedrich Nietzsche, Fragmentos Póstumos, Lenguaje y Conocimiento, aforismo 7 [60])

Se dice a través de Arákhne:

¿Se olvidó Feinmann –o la “voluntad de raiting”- de leer el resto del aforismo? Leerlo es un peligro: el peligro de que se desate el nudo de disparates. Su disección es selectiva; la frase final despedaza completamente el zafarrancho de asociaciones infundadas. ¿Quieren un ejemplo? Ahí lo tienen, no necesitan leer ningún periódico: el “intérprete” es interpretación. Esto es Ontología pura.
¿La voluntad de poder? Una palabra desarma al filósofo argentino: Verbo. Poder no es un sustantivo. Lo demás ya lo dijo Nietzsche, ¿para qué plagiarlo?
¿Verdad? Ése es un tema aparte, no hagamos concesiones a la mezcolanza.
Interrupción. "Ciertos hombres nacen póstumos..." (El Anticristo)

1.5.09

Aforismos para leer Aforística

Se dice a través de Nietzsche:

"Nosotros los que conocemos somos desconocidos para nosotros, nosotros mismos somos desconocidos para nosotros mismos: esto tiene un buen fundamento. No nos hemos buscado nunca, - ¿cómo iba a suceder que un día nos encontrásemos?" [...] Antes bien, así como un hombre divinamente distraído y absorto a quien el reloj acaba de atronarle fuertemente los oídos con sus doce campanadas del mediodía, se desvela de golpe y se pregunta "¿qué es lo que en realidad ha sonado ahí?", así también nosotros nos frotamos a veces las orejas después de ocurridas las cosas y preguntamos, sorprendidos del todo, perplejos del todo, "¿qué es lo que en realidad hemos vivido ahí?"".
(Friedrich Nietzsche, La Genealogía de la Moral, Prólogo I)

"Las condiciones necesarias para comprender y para comprenderme luego con necesidad, yo las conozco demasiado bien. Se debe ser honesto hasta la dureza en las cosas del espíritu, para poder soportar solamente mi seriedad y mi pasión. Hay que estar acostumbrado a vivir en las montañas, y ver debajo de sí el miserable charlataneo de política y de egoísmo de los pueblos que la época desarrolla. Hay que hacerse indiferente; no hay que preguntar si la verdad es útil o si es una fatalidad... Hay que tener una predilección por las preguntas que hoy asustan a todos; el valor de lo prohibido; la predestinación al laberinto. Una experiencia de siete soledades. Nuenos oídos para una nueva música; nuevos ojos para para lo más lejano; una nueva conciencia para verdades hasta ahora mudas; y la voluntad de la economía de gran estilo: conservar juntos las propias fuerzas y el propio entusiasmo... El respeto a sí mismo, el amor a sí mismo; libertad indondicional para consigo mismo..."
(Friedrich Nietzsche, El Anticristo, Prólogo)